«Colocar un trend topic» , «Generar un tendencia» son expresiones que se escuchan como promesas o deseos en tiempos electorales. En la víspera de las campañas, se imponen las preguntas: ¿Somos mejores ciudadanos socio-digitales que hace 6 años? Y una más: ¿Las múltiples advertencias que hemos recibido sobre el uso de falsas noticias, la manipulación de nuestras afinidades y creencias, servirán de algo?
Hasta hoy ningún candidato a la presidencia de México puede ser aplaudido por su actuación en redes. Al contrario los vicios de utilizar a sus huestes -automatizadas, reales e híbridas- para generar atención genérica en lugar de diálogo, información y debate, no parecen ceder. Es muy posible que veamos otro indeseable capítulo de la «guerra de los trend topics» en Twitter.
Aunque en estos 6 años se ha señalado muchas veces, vale la pena recordar tres datos por los que esas batallas son indeseables:
1.- Cuando se hace tendencia en forma artificial, en el mejor de los casos, se «predica entre convencidos» se alimenta una burbuja con slogans irreflexivos y auto afirmaciones. La reacción contraria a este tipo de táctica, es decir, los que usan la tendencia par decir exactamente lo contrario, crean un efecto de suma cero. En última instancia estos tácticos enrarecen y contaminan el debate e inhiben otros tipos de participación.
2.- De no ser porque es justo la existencia de estas burbujas de información el caldo de cultivo de las nocivas falsas noticias, esta tendencia a hablar en una cámara de ecos podría parecer inofensiva, no lo es pues sabemos con certeza que las estrategias de desinformación solo funcionan cuando hay personas dispuestas a creer y diseminar mentiras. La actividad automatizada, bots y legiones introducen las mentiras pero son las personas que las comparten las que las hacen crecer.
3.- Los resortes para la propagación de falsas noticias son básicos y elementales. De acuerdo a estudios recientes la novedad y la mórbida estridencia son el hedor que atrae a las audiencias. Esto favorece el imperio de la negatividad -cuando no la violencia- en la red. Cada vez se requiere de menos esfuerzo para opacar la información de calidad y la más efectiva forma de combatir este fenómeno es una participación responsable en la red… otro bien escaso.
La semana que reportamos refleja un mínimo crecimiento en el número y duración de los trends electorales, los temas de seguridad y las causas crecieron, aunque se mantienen por abajo de los hashtags que denominamos «conversacionales» y como observamos también en la semana de los `remios Oscar, se aprecia un notable dominio de temas de entretenimiento. A ellos sí, por sus fans los conoceréis.
Los trends alrededor de festivales de música y lanzamientos de discos o giras de grupos, muestran lo grande que es la esfera joven en Twitter y el contraste con la atención a otros temas una señal de que se mantienen aún al margen de las tendencias alrededor de la elección.
No los culparíamos pues la oferta en redes de candidatos y partidos ha sido pobre y anecdótica. Veremos si las campañas nos traen algo mejor.
Si las muchas advertencias sobre las amenazas de la desinformación y el uso de la información que le damos a las plataformas para eso que llaman «microsegmentación» son combatidas con apertura y deliberación, con responsabilidad y capacidad de diálogo o, por el contrario, las burbujas de información solo crecerán en animosidad, simplificación y encono. Si es así, la idea de la autoregulación estaría, si no es que ya está, seriamente cuestionada y le habremos dado un golpe irreversible, directo a la cabeza, al halo de libertad e inteligencia colectiva que alguna vez significaron estas plataformas.
Aquí algunas nubes que reflejan lo que fue tendencia durante la penúltima semana de marzo y el viento se llevó.